El lavado exterior del coche no sólo es una cuestión estética, sino que también contribuye a mantener el buen estado de la pintura, considerada la capa protectora de la carrocería que se puede malograr con la suciedad.
Uno de los métodos más sencillos para limpiar el vehículo es ir a un túnel de lavado, que presenta muchas ventajas y algunos inconvenientes.
Túnel de lavado de vehículos
Muchas estaciones de servicio disponen de túneles de lavado. Este sistema de limpieza está formado por rodillos verticales y horizontales que pasan por toda la superficie del coche, mientras se dispara agua y jabón. El coche sale del túnel limpio y seco.
La principal ventaja de esta máquina de grandes dimensiones es que es rápida y muy eficaz, por lo cual ahorraremos tiempo y esfuerzos ya qué nosotros sólo tenemos que esperar dentro o fuera del vehículo.
A pesar de esto, hay un inconveniente que no podemos olvidar y es que con el paso del tiempo y la excesiva utilización de este servicio, se acabará tachando superficialmente la pintura del coche por el efecto de los rodillos. Se puede comprobar este desgaste examinando la pintura bajo la luz directa del solo, con la cual se podrá observar una serie de pequeñas marcas que erosionan la capa exterior de la pintura siguiendo todas la misma dirección del rodillo.